Los Mixes (AYUUK JÄ’ÄY) se asientan en la porción más oriental de la Sierra Norte de Oaxaca, la cual es una prolongación de la Sierra Madre Oriental, alguna vez a este espacio los geógrafos lo llamaron erróneamente Nudo del Zempoaltépetl. Los Mixes colindan con los chinantecos y los zapotecos, con algunas comunidades popopucas y pueblos mestizos de Veracruz.
El territorio Mixe, se compone de cerca de 290 comunidades y localidades asentadas dentro de 19 municipios, ocupando una extensión aproximada de 6,000 kilómetros cuadrados. De estos municipios Guichicovi nunca formó parte del Distrito Mixe, y Juquila se le separó en 1953, cuando se le adjuntó al Distrito de Yautepec. De igual modo, el municipio de Ixcuintepec ha pasado a ser parte del Distrito de Tehuantepec. Por lo tanto el Distrito Mixe comprende 16 de los citados 19 municipios: Tlahuitoltepec, Ayutla, Cacalotepec, Tepantlali, Tepuxtepec, Totontepec, Tamazulapam y Mixistlán, en la parte alta, y Ocotepec, Atitlán, Alotepec, Juquila Mixe, Camotlán, Zacatepec, Quetzaltepece Ixcuintepec, en la parte media, y Mazatlán, Cotzocón y Guichicovi, en la parte baja.
Cabe destacar que los mixes presentan diferencias étnicas no solo con sus vecinos, sino entre ellos mismos. Estas se manifiestan de comunidad a otra en indumentaria, las costumbres, la gastronomía, las actividades económicas, las expresiones artísticas y la lengua.
La comunicación que existe entre los pueblos mixes y las comunidades aledañas, ha tenido cambios dentro de la comunidad mixe y su territorio. La mayoría de los pueblos en la actualidad cuenta con comunicaciones satelitales, a través de antenas parabólicas lo cual les permite acceso a internet. También existen estaciones de radio de la lengua vernácula, que emiten sus programas desde Guelatao; por ejemplo La Voz de la Sierra que transmite en lengua mixe, zapoteco de la Sierra Norte y chinanteco.
Historia
Los mixes son originarios de Mesoamérica, y es en este espacio donde debe plantearse la reflexión y la investigación sobre su tradición histórica. Sabemos muy poco de los mixes en la época prehispánica. Es probable que estos vivieran en pequeñas aldeas de carácter clánico.
Algunos centros importantes existieron en Moctum, donde aún quedan vestigios arqueológicos, Totontepec, Quetzaltepecy Jaltepec de Candayoc. Los mixes tuvieron roces constantes con los zapotecos del Valle y de la Sierra. Los aztecas penetraron en la región y atacaron Totontepec y Quetzaltepec, después de que los mixes emboscaron a los pochtecas o mercaderes mexicas. Los españoles manifestaron su interés por esta región desde que Cortés supo que Tuxtepec proveía de oro al Imperio Mexica. La conquista definitiva de la Sierra tuvo lugar en 1529, cuando la Primera Audiencia designó a Luis de Berrio como el primer alcalde mayor de Villa Alta imponiendo las primeras encomiendas. Su gobierno fue implacable y brutal contra los zapotecos del Rincón y de los mixes.
El proceso de evangelización del pueblo mixe dio princiío en 1558, con la llegada de fray Jordán de Santa Catalina y sus colegas dominicos. Los años cruciales de su consolidación se situan entre 1558 y 1576.
En los últimos años, los mixes han demostrado su gran capacidad de organización como pueblos. Las organizaciones productivas, especialmente alrededor de la comercialización del café, son numerosas.
En Oaxaca, uno de los pueblos indígenas ha desarrollado lo que se conoce como comunalidad, planteamiento de raíz autóctona que trata de dar una explicación sobre el mundo indígena con base en cuatro elementos o pilares fundamentales: la tierra comunal, el poder comunal, el trabajo comunal y la fiesta comunal.
La experiencia organizativa de los mixes, en general, ha sido importante para el rumbo que han tomado las actuales experiencias autonómicas en México.
Cosmovisión
Se considera que los individuos poseen un alma cristiana o católica, combinada con otras almas que corresponden a los espíritus de la religión mixe, cuyo número varía de tres a siete, e incluso catorce. El alma más importante, la que se encuentra en el cuerpo, se nombra jë’wë’n, ja’win o jot animë (alma del estómago); se le describe como el “sol, pero con alas de pájaro”.
Las otras almas, que pueden salir del cuerpo durante el sueño, se sitúan en la sangre, el hígado y la cabeza. Dos almas se encuentra sobre los hombros una a cada lado: la de la izquierda a (jëpëk, ka’oy’, animë, “alma no buena”) es mala y la de la derecha (‘oy’animë, “alma buena”) es buena. Aparentemente, la cantidad de almas está relacionada con la edad. Según esta teoría, a medida que los hombres maduran, el número de almas aumenta. Esta es una de las razones que explica el por qué los niños son más susceptibles a enfermarse de “susto” o de “ojo”. También se posee un alma externa, como un “espíritu guardián”, pero, sobre todo, una vida paralela que se manifiesta en forma de animal (tigre, serpiente, águila) o de fenómeno meteorológico (rayo, lluvia, trueno).
Para los mixes, la salud es fundamentalmente un estado de equilibrio en función del buen o mal comportamiento, así como del respeto de la madre Tierra y a las deidades ancestrales –como el Trueno, la Tierra y los Vientos- y cristianas- como Dios, Jesucristo y ciertos santos.
Las enfermedades se clasifican como de origen “natural” y las de origen “sobrenatural”, lo interesante acerca de las enfermedades es que en algunos casos se les encuentra una solución por medio de los ritos. Un ejemplo puede ser el “susto” se puede generar por múltiples causas: los fenómenos naturales, como los rayos o la lluvia, pueden generarlo, pero también los automóviles o los aviones. Se cree que el alma de la persona “cae” en el lugar en el que acaeció el susto, y que el “dueño del lugar” se queda con ella. Entonces, se procede a un ritual de intercambio, ejecutado por el xëëmapyë o “adivino de los días”. Éste prepara una ofrenda que consiste en cigarrillos, mezcal, monedas, un gallo o guajolote y alguna prenda de la persona. En el rito sele reza tanto a las divinidades mixes como a los santos
católicos, pero especialmente se le pide al dueño del lugar que devuelva el alma a cambio de la ofrenda. Estas ceremonias culminan con un banquete ritual en el que se consume la víctima sacrificial.
La muerte se concibe como un viaje “al otro lado”. Un lugar en el que la vida se desenvuelve de manera semejante al mundo de los vivos, y el cual algunas personas dotadas de ciertos poderes pueden visitar, como testimonian varios mitos. Las cosas en ese mundo son “al revés”, y algunas leyendas afirman que los hombres ahí huelen como al cacomixtle. Cuando muere, los hombres tienen que cruzar un río o un “mar”, para lo cual son asistidos por un perro negro, verdadero psicopompo. Por eso se estima que estando en vida, los hombres deben tratar bien a estos caninos particularmente, pues de otra manera, en el viaje de ida al mundo de los muertos el perro no ayudará a los viajeros.
También existe, desde luego, la medicina mixe, practicada desde tiempos inmemoriales y estrechamente ligada a una concepción del mundo muy antigua, invadida de fuerzas y deidades asociadas con la naturaleza y el santoral cristiano. Para iniciarse en la práctica médica, los terapeutas mixes afirman que los candidatos deben pasar por una serie de pruebas enviadas por Dios, así como aprender las técnicas curativas a través de visiones y sueños. Entre los especialistas tradicionales se puede mencionar a los “limpiadores”, “yerberos”, “sobadores”, “hueseros”, “chupadores”, “culebreros”, “comadronas”, “hechiceros” y “rezadores”.
La tierra (nääxwiinyëtë) es uno delos elementos que dan pertenencia y sentido de identidad a los mixes, pues se le considera como la dadora de todas las cosas, como madre y fuente de la vida, como generadora de todo aquello que es indispensable para la comunidad.
Si bien en general se puede hablar de una cosmovisión indígena que tiene a la “madre tierra” como uno de sus elementos centrales, entre los mixes se trata de una verdadera “geovisión”, ya que la tierra es el elemento central de la existencia biológica, social y simbólica. En la gran mayoría de los pueblos mixes, el régimen de tenencia de la tierra es comunal; sólo ciertas localidades en los municipios de Cotzocón, Mazatlán y Guichicovi han adoptado el régimen ejidal y de pequeña propiedad.
Para los mixes, la mayoría de los animales tienen un significado en la cosmovisión, casi siempre como mensajeros. Por ejemplo, un colibrí que entra en una casa indica muerte, y el canto del tecolote, al igual que el hecho de encontrarse una zorra varias veces en el camino, anuncia una desgracia. El caso del colibrí es de suma importancia en términos de la simbología mixe, pues éste se relaciona con el sexo (Tum Jëkëëny-sol transformado en colibrí xu’ukxy) y en Mesoamérica no se puede olvidar la fórmula sexo = muerte.
Algunas culebras son portadoras de mal agüero y otras, de buena suerte. Encontrarse con una boa o jatsyu’u tsä’äny “culebra-venado” significa buena suerte, pues ésta es la madre de los hombres, e incluso representa el universo mismo, ya que Tajëëw, la hermana o nagual de Kontoy, tenía esta forma.
El desarrollo de una sociedad
La agricultura mixe gira en torno al cultivo del maíz, el frijol, el chile y la calabaza. Para los mixes, el maíz (mook) es el foco de sus actividades económicas y ceremoniales, pues éste ha sido desde tiempos inmemoriales, la fuente de su subsistencia. El maíz se consume a diario en forma de tortillas (kaaky), tamales (me’eky) de varios tipos, pozol (jëtsy jo’oy) y atole (nä’äny), champurrado (pä’k nä’äny); así mismo, con el se preparan otros alimentos qu e dependen de las actividades cotidianas y ceremoniales.
En las zonas altas y frías se cultiva a demás, papa, ajo, durazno y aguacate; en las zonas templadas y cálidas, camote, café, caña de azúcar, aguacate y plátano, y en la zona central y baja café, cítricos y una gran cantidad de productos.
Entre la siembra y la cosecha se hacen frecuentes limpias, usando palas, machetes, palos y azadones para quitar la maleza. Considerándose una tarea “delicada”, la siembra va acompañada de mucho ritual, especialmente sacrificio de aves en lugares importantes como las esquinas y el centro del terreno.
Los ritos se llevan a cabo la intención de que haya buena cosecha, suficiente agua y que no entretenlos animales perjudiciales en siguiente. Las peticiones se hacen de distinta manera:
Tú lluvia, tú viento, tú trueno, tú rayo; Tú dueño de la noche, tú dueño de los naguales; Tú madre, tú senos: pido perdón porque he cortado, Porque he derribado, porque he sembrado.Pido el favor para que me ayudes, Para que los animales no hagan daño en el cultivo; Para que éste sea abundante; Para que pueda dar de comer a mis hijos.Aquí estoy cortando, aquí estoy hiriendo, Aquí estoy depositando. Encontrará precio esta ofrenda, Tendrá valor porque lo hago con toda humildad Y todo respeto. No será mucho, ni lo que mereces, Pero lo hago con respeto. Tú lo tomaras en cuenta.En este momento estoy depositando el respeto ante ti. Por eso estoy depositando estas ofrendas, Para que no te ofendas. Pido para que cuides los cultivos, para que no haya demasiada agua, ni demasiado viento.Por eso vengo a dejar este guajolote y este pollo, Este mezcal, estos cigarros; Aquí te traigo limosna y tu veladora.
El café es un producto de gran importancia entre los mixes, a tal grado, que algunos ya han abandonado el cultivo del maíz por el de este producto. Alrededor del café se crea una interesante red de lazos comerciales, que va desde el trueque hasta los precios internaciones cotizados en las bolsas y de garantía, atravesando relaciones sociales como el parentesco ritual o compadrazgo.
Durante mucho tiempo, el café fue intercambiado por bienes necesarios para las actividades económicas (herramientas y fertilizantes, entre otros) y ceremoniales (pan, licor, cerveza, velas, etcétera). En los últimos años el precio internacional del café ha caído estrepitosamente, lo cual ha orillado a muchos agricultores a vender sus cafetales y migrar a las ciudades para obtener excedentes.
Después de la agricultura, la actividad que sigue en importancia es la recolección de frutos de temporada y plantas, al igual que leña para combustible. La pesca, principalmente de truchas, mojarras, bobos y chacales, es una actividad practicada por algunas personas.
Hogares
La casa mixe se concibe como prolongación o, mejor aún, como una metáfora del cuerpo humano y es común escuchar que el fuego de la cocina es un mensajero.
La casa mixe tradicional, que constaba de techo de palma de dos aguas, paredes de tabla o bajareque y piso de tierra, ha ido desapareciendo a un ritmo acelerado, aunque todavía quedan ejemplos de esta arquitectura.
Actualmente, si la economía lo permite, las casa se construyen con paredes de adobe, block, ladrillo o piedra; techos de teja, lámina galvanizada, de asbesto o de concreto y pisos de cemento.
La casa-habitación generalmente es de forma rectangular. Posee un espacio destinado a la cocina –donde se encuentra el fogón-, uno o dos dormitorios y un tapanco, el cual se utiliza para almacenar el maíz. Algunas viviendas cuentan con un patio o huerto –destinado al cultivo de árboles frutales, plantas de ornato y medicinales-, y un espacio más para los animales domésticos. Casa-habitación se dice jëën tëjk o “fuego-casa”, porque en el pensamiento mixe la casa no se concibe sin este difrasismo característico de los pueblos mesoamericanos.
Es muy común escuchar a los mixes decir que el fuego de la cocina es un mensajero; el crepitar de las brasas se considera como parte de su lenguaje. El que esto escribe, en una ocasión, de noche, llegó a la casa de unos ancianos en la comunidad de Alotepec, cuando éstos se encontraban cenando en la cocina; el anfitrión se levantó despreocupadamente de su silla y afirmó: “Pásale, ya sabía que ibas a venir porque la lumbre estaba cantando”.
“Selva Florida”
Los mixes se nombran a sí mismos ayuuk jä’äy, término que se descompone en ayuuk “lengua” y jä’äy, “gente”, es decir, la gente que habla ayuuk. La palabra ayuuk parece formarse de dos vocablos, ääw, “boca”, y yuuk, “bosque”, “monte con neblina” o “selva virgen”.
Así, ayuuk, podría ser traducido como “lengua de la selva virgen o del monte”, “monte con neblina”, “el idioma elegante, florido como la selva”.
Investigadores han propuesto la vinculación del mixe-zoque con el tronco macro-maya. Sin embargo, sabemos hoy que la familia mixe-zoqueana es una de las más antiguas de Mesoamérica y que no tiene relación con el macro-maya.
El mixe o ayuuk forma parte de un grupo de lenguas clasificadas en la familia lingüística mixe-zoque, esta engloba dos subfamilias (mixe y zoque), asociadas con tres grupos étnicos: los mixes, los zoques y los popolucas. Los popolucas hablan lenguas vinculadas con el mixe o el zoque, pero no forman una tercera subfamilia. En el ámbito dialectal, la lengua mixe representa tres grandes variantes: tierras altas, tierras templadas y tierras bajas.
Según los datos más recientes, las tierras altas se dividen en tierras altas del norte y tierras altas del sur. En términos fonológicos, estas variantes se diferencian entre ellas esencialmente por su sistema vocálico y el proceso de palatalización.
La escritura de la lengua mixe es objeto de varios proyectos coordinados por organizaciones indígenas, entre otras, Servicios del Pueblo Mixe (SER, A. C.) y el Centro de Investigaciones Ayuuk Jukkyaktin Jinma Any o Sabiduría de la vida Mixe (Cinajuji, A.C.). En cuanto a la escritura, después de muchos años de discusiones, los mixes han adoptado un sistema gráfico que privilegia las consonantes P-T-K, en lugar de B-D-G, entre dos vocales.
Actualmente dentro del territorio Mixe, existen cursos de alfabetización en los cuales a demás de enseñar el español, se enseña la lengua Ayuuk con el fin de motivar a la comunidad y que la lengua no se desaparezca, todo este programa se ejercen gracias a El Centro de Estudios y Desarrollo de las Lenguas Indígenas de Oaxaca, el cual tiene como objetivo fundamental realizar acciones encaminadas a propiciar la investigación, el estudio, desarrollo y preservación de las lenguas.
Pensamiento
En el pensamiento mixe la creación del mundo comienza con el relato del diluvio, que se asocia con el episodio bíblico del arca de Noé.
Un anciano llamado Dios, Tata Dios, Nauauai o Jesucristo, según distintas versiones, se encuentra en el mundo preguntando a los hombres qué es lo que siembran. Sólo uno le responde correctamente, que siembra maíz, mientras los otros le dicen que lo que siembran son piedras. Puesto que Dios está viejo y enfermo –huele a “perro muerto”-, el hombre que habló con la verdad lo lleva a su casa y le ofrece de comer. Dios lo premia dejándole dinero, pero
también le pide que si Satanás pregunta por él, le diga que va en el camino contrario. Se dice que Dios crea a los hombres con lodo, y a Satanás se atribuye la creación de las serpientes venenosas y las avispas, sus hijos.
Un personaje central de la mitología mixe, e incluso del ritual, pues es ofrendado durante los sacrificios, es el rey Kontoy. En una montaña llamada Cerro Mujer, una pareja de ancianos encuentra un huevo flotando; primero creen que es la luna en el reflejo del agua, y después se dan cuenta de que es un reflejo del huevo que está sobre una piedra. Se lo llevan. A los tres días nace un niño robusto, cuyos pies, según algunas versiones son de ave. El niño crece rápidamente y comienza a viajar por todos lados. Trae dinero a sus abuelos. Les roba a los mestizos y a los ricos; esconde sus tesoros en unas cuevas cercanas a Chuxnabán. Pelea contra los zapotecos y los españoles, y los vence con sus armas, que son las primeras y el rayo. Los primeros tratan de quemarlo, pero Kontoy se mete en una cueva y promete regresar para salvar al pueblo.
De fiestas y de ritos
El cómputo del tiempo ha permitido a los mixes conservar un sistema calendárico propio. De hecho fuera del área maya es el único que aún conserva la cuenta de los meses y los días. Las comunidades mixes se organizan en torno a principios y normas heredadas de los antepasados, que se basan en la concepción del poder como servicio.
En las fiestas se celebran eventos de carácter religioso cristiano en honor a un santo patrono; en ellas se establecen vínculos y se refuerzan los lazos de unión entre individuos y comunidades; asimismo, generan el ascenso social en el interior de la comunidad, a través del desempeño de las mayordomías, y propician el comercio, además de intensificar las relaciones sociales interregionales; en ciertos caso.
La fiesta es el escenario donde se ponen en juego una gran cantidad de rituales, las danzas cumplen funciones de integración comunitaria, sobre todo ponen de relieve aspectos estéticos e históricos en las sociedades ágrafas.
Las fiestas se cebran en la zona altar y media de caracterizan por la participación de diversas bandas filarmónicas, que a veces deriva en “duelos musicales”. La fiesta es el escenario ritual donde se ponen en juego una gran cantidad de rituales. Un aspecto central de las fiestas es el wiintsë’kën (“respeto”, “ofrecimiento”, “ofrenda”), es decir, el sacrificio de aves de corral –guajolotes, gallos y gallinas-, que presenta un gran dinamismo, con mucha capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias. No sé puede afirmar que, como en la época prehispánica, los sacrificios pongan en marcha la máquina cósmica.
Por el contrario, tienen esencialmente una connotación expiatoria, acorde con el sacrificio sangrante del cristianismo. La idea de base se resume en la formula do-ut-des; se alimenta a los dioses, a la tierra, al viento, a la lluvia, para que a cambio den lo que permite la vida, la regeneración de los ciclos.
En la fiesta de los muertos se encuentran naturalmente muchos elementos indígenas sobre la concepción y el culto de los difuntos. Esta celebración, de cambio de la estación de lluvias a la de secas, posee una ideología de abundancia y de fertilidad. Se le vincula con las cosechas, aunque éstas caen antes o después de la fiesta.
En el calendario mixe, la celebración de los muertosse relaciona con el principio de año. Los sacrificios de aves, en honor a los ancestros que se retiran el 2 de noviembre, representan uno de los principales
ritos, pues en ellos se adivina el carácter del nuevo año que se avecina. San Miguel funge como patrón de los difuntos, razón por la cual se le lleva a la misa que tiene lugar en el cementerio. En algunas comunidades, la fiesta de los muertos es el contexto en el que se escogen a las autoridades, quienes inician sus funciones el día 1 de enero.
Un aspecto central de las fiestas es el wiintsë’kën (respeto, ofrecimiento, ofrenda), es decir, el sacrificio de aves de collar –guajolotes, gallos y gallinas-, que pretenda un gran dinamismo, con mucha capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias.
Una dimensión estética
La música es la principal actividad artística que cultivan los Ayuuk. Casi todas las comunidades poseen una o incluso dos bandas filarmónicas, que ejecutan sones y jarabes de la región durante las fiestas. En Santa María Tlahuitotepec, en el territorio Mixe es increíble, el conocimiento surge a partir de la Escuela de Música. Este espacio es generalmente para niños y jóvenes, esto con la finalidad de exponer el punto de vista en la sociedad mexicana.
Entre las manifestaciones artesanales más importantes, se encuentra la alfarería, que se produce en las comunidades de las tierras altas, entre otras Mixistlán, Tamazulapam, y algunas rancherías de Ayutla, así como el tejido de textiles en telar de cintura. La pintura en murales o en lienzos, es una actividad artística que comienza a desarrollarla.
Estrategias para la conservación de áreas naturales
La conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales son una prioridad impostergable para las sociedades de este fin de milenio, que toman conciencia de las graves consecuencias del deterioro ecológico generado y lo que esto implica, tanto para la supervivencia de las especies vegetales y animales como para la suya propia.
Oaxaca tiene una superficie de 95,364 km2, y en ella se presentan las siguientes zonas ecológicas: trópico húmedo (44.4%), trópico subhúmedo (35.5%) y templado (20 %).
Es uno de los estados de la República biológicamente más diversos, lo que se refleja en la gran cantidad de comunidades vegetales, que van desde el matorral xerófilo hasta la selva alta perennifolia, pasando por bosques tropicales y templados-fríos. La mayor parte de estos ecosistemas —a pesar de su actual ritmo de deforestación— se encuentra relativamente bien conservada.
El Inventario Nacional Forestal (INF) de 1994, indica que Oaxaca ocupa el tercer lugar nacional con mayor superficie arbolada, totalizando 5,105,020 ha de bosques y selvas. Los tipos de bosque predominantes en la entidad son los de coníferas y encinos, seguidos en extensión por los tropicales caducifolios y perennifolios.
La mejor arma es la educación.